
El banco enfrenta el desafío de integrar a una significativa porción de su base de clientes, actualmente no digitales, quienes prefieren utilizar canales tradicionales como oficinas físicas o líneas telefónicas para operaciones bancarias. Esta preferencia por métodos convencionales limita la eficiencia operativa y aumenta los costos de servicio.
Una de las lecciones más valiosas de este proyecto fue la importancia de establecer alianzas con canales tradicionales para crear una relación de beneficio mutuo. Salir al campo para conocer directamente a los usuarios, entendiendo sus razones para seguir prefiriendo las oficinas físicas, fue crucial. Esta interacción cara a cara proporcionó insights profundos sobre cómo abordar y motivar la transición de estos clientes hacia el uso de canales digitales.
Incrementar la adopción digital del banco en un 10%. Este resultado no solo refleja una mejora significativa en la integración digital de los clientes tradicionalmente no digitales, sino que también evidencia un avance estratégico hacia la optimización de la eficiencia operativa y la reducción de costos a largo plazo.
Para abordar este desafío, se adoptó un enfoque multidimensional que incluyó:
"Para el periodo de tiempo del 28 de Agosto al 16 de Septiembre 2024, aterrizaron en el dash de banca virtual 261,600 usuarios. A onboarding ingresaron un total de 6,369 usuarios, de estos un total de 3,615 ingresaron a banca virtual, lo que indica que de los usuarios que ingresan a onboarding el 56.76% ingresan a banca virtual."